Se Gestiona el conocimiento?
El factor productivo por excelencia de la era actual es el conocimiento.Para las organizaciones de cualquier naturaleza, y muy especialmente para las empresas generadoras de bienes y servicios, la gestión del conocimiento, conjugada con la creatividad y capacidad innovativa resulta a la claras un factor crítico a la hora de subsistir y competir en los mercados.
Pero, que es gestionar el conocimiento?
Gestionar el conocimiento implica llevar a cabo las funciones de planificación, organización, dirección y control, con el propósito y objetivo de adquirir, generar y potenciar los conceptos e ideas necesarias para mejorar la calidad de toda actividad productiva que se realice en función a un objetivo.La gestión del conocimiento debe servir claramente para superar las costumbres, sobre todo cuando ellas impiden la normal y efectiva respuesta de la organización a los nuevos requerimientos del entorno. La gestión del conocimiento será así crucial para superar los paradigmas ineficaces, como así también, aquellos mitos que dificultan el encontrar respuestas a los nuevos y acuciantes problemas.
Se están planteando un reposicionamiento en cuanto al “saber”. El conocimiento acumulado ha empezado a ser cuestionado, siendo necesario contar con gente que pueda ver las cosas desde otra perspectiva.
Quienes no logren actualizar y profesionalizar a su gente van a quedar rezagadas y postergadas. Si bien la capacitación es uno de los pilares en el desarrollo de los recursos humanos, sólo la formulación de una política integral hará posible un crecimiento intelectual y operativo de los agentes de una organización. Sólo se podrá hacer frente a las turbulencias de los cambios antes mencionados con la gente mejor capacitada, flexible y alerta al cambio y con una nueva y clara visión. En toda organización sea politica, social ONG, institucional, etc., se impone el sistema de trabajar con formas de planificación y proyección, bajo la dirección de un facilitador, como organizador. Esto, permite sumar nuevas experiencias, nuevos visiones, nuevas perspectivas, generando de tal modo nuevas posibilidades de lograr una “fertilización cruzada” entre los integrantes y generar nuevos y poderosos paradigmas, nuevas y fecundas ideas, resultando una mayor creatividad y consecuentemente un mayor grado de innovación en la práxis.
Nuevas épocas hacen necesarias nuevas formas de pensar y ver la realidad. Las ideas que ayer fueron útiles hoy lo más seguro es que ya no lo sean. Quienes pretendan seguir manejando conceptos perimidos dejarán de tener la capacidad de confrontar con posibilidades de triunfo en la nuevos campos.
Ante el cambio es necesario reconstruir constantemente las ideas y conceptos para hacer viable toda tarea en el mediano y largo plazo.
Los gustos y necesidades de las poblaciones se alteran, el funcionamiento de la economía también, los cambios sociales, tecnológicos, científicos y políticos repercuten día a día, estan en continua evolución. De allí la imperiosa necesidad de gestionar los conocimientos como una forma de dar respuesta al cambio continuo. Es así, como la gestión del conocimiento y la gestión del cambio se entrelazan en la búsqueda de la adaptación para aplicar ideas en el contexto de una politica de desarrollo. La gestión del conocimiento debe ir mucho más allá de la reacción a los cambios que se generan, para pasar a ser artífice de la promoción del cambio, generando nuevas reglas de juego. Pero, quienes tomaran en cuenta el VALOR del CONOCIMIENTO, como herramienta?
Darse cuenta de la importancia de “saber qué es lo que saben” y de hacer el mejor uso del conocimiento es algo, que aún se presenta como una nuevo Paradigma Cultural. El conocimiento está siendo reconocido como el más importante activo de diferentes actividades, como el “único recurso económico significativo” y por lo tanto se están haciendo esfuerzos por definir cómo adquirirlo, representarlo, retenerlo y administrarlo.
Por qué es un reto?
Algunas veces nos sorprendemos cuando el conocimiento no se comparte o no se utiliza, pero se podría ejercer mejor la función si se reconociera que la tendencia natural es la de esconder nuestro conocimiento y mirar con sospecha a los demás. Para poner nuestro conocimiento en un sistema y buscar el conocimiento de otros se necesita no solamente tratar sino, además, conducir un gran esfuerzo motivador para lograr ese objetivo.
El conocimiento y su gestión inteligente es el activo más crucial para el futuro de las organizaciones. Como dicen Thomas H. Davenport y Laurence Prusak en su libro Working Knowledge, aunque las organizaciones siempre han tenido, utilizado y explotado conocimientos para llevar a cabo sus objetivos, parece que de pronto se han dado cuenta de que es preciso definir maneras de gestionar ese activo intangible.
Por ejemplo que sucede con la infromación:
Recuerda que toda teoría del valor distingue entre “valor de uso” y “valor de cambio”, y utiliza el ejemplo tradicional: “agua versus diamantes”. Mientras el agua tiene un alto valor de uso -es fundamental para la vida de los humanos- pero un bajo valor de cambio -es barata en comparación con lo mucho que le debemos para nuestra supervivencia-, los diamantes tienen un bajo valor de uso -podemos vivir sin ellos-, mientras que su valor de cambio es enorme -son caros porque son escasos, pero también porque hemos convenido históricamente en considerarlos como tales-.
Cuando se aplica esta “dualidad” uso/cambio se llega a una situación curiosa, porque a diferencia de la mayoría de bienes tangibles, “la información tiene valor económico (valor de cambio) sólo cuando es usada”. Si no tiene quien la use no tiene valor porque éste se lo da siempre el usuario. En cambio, si es “esperada” por alguien, tiene un alto valor, al menos para esa persona que la va a utilizar. Cuando alguien sabe algo de a alguien o de una forma de actuar, ¿ se está pagando un precio por la información o por la “presunción de información” ? Imagina cuando tienes una dato que se transforma en información como: Quien fue o fueron los que actuaron en la desaparición de Jorge Julio López, testigo en el juicio al ex represor Miguel Etchecolatz? o Quienes actuaron directamente en el caso belsunce, dalmaso?
No obstante, siempre el periodismo de investigación se hace cargo en forma de narrativas de ficción y muestra los hechos posibles.
Medir el conocimiento es, en el fondo, un problema de medir el significado de la información para quien finalmente la procesa”. Por tanto, una teoría del valor del conocimiento ha de beber de disciplinas muy diversas (psicología, sociología, etc.) y debe enfrentarse al problema de cómo medir algo sin extraer de ese proceso al propio observador. Medir el conocimiento pasa por medir cómo la gente percibe lo que es “informante” y lo discrimina de lo que es “no-informante”.
En fin, sólo hemos empezado a imaginar algunos de los problemas que nos plantearemos en el largo y difícil camino hacia una teoría del valor del conocimiento.
L A M A G A
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